José Olivares. Pintor.

El pintor José Olivares en su estudio.

Sin lugar a dudas José Olivares, (Jaén, 1942), es y ha sido un maestro para las nuevas generaciones de pintores jienenses y ha sido una referencia no solo en la pintura sino también en la dinamización cultural de la ciudad de Jaén allá por los años 80 cuando un nuevo comienzo político abría las puertas a una nueva forma de hacer las cosas en el necrosado mundo del arte tardo-franquista tanto en la pintura como en la literatura y el arte en general, con el advenimiento a Jaén de nuevas caras en el arte y en la poesía.

Su trayectoria aúna las antiguas y las nuevas maneras de hacer pintura, esto es, que su arte consolida una tradición que se desmadeja de los complejos costumbristas para convertirse en una crítica conforme a los nuevos tiempos, Olivares utiliza el acervo cultural de la tierra , aquellos valores con lo que trabajaron ciertos pintores españoles que sufrieron el exilio como Miró, o la pintura matérica de Tàpies para incluirla en el lienzo, la tierra, la arpillera como metáfora de la realidad,  o pintores más cercanos como Rafael Zabaleta, el quesadeño que dibujó como nadie la identidad cultural de un rincón muy particular del mundo que se niega a desaparecer entre la maraña de nuevas propuestas capitalistas y neoliberales en las que el arte cumple un papel de consumo y de esnobismo paleto.

Pues bien, la obra de Olivares viene a consolidar esos valores, que en un momento no muy lejano fueron quizá rechazados por ser demasiado conformistas en los planteamientos más modernos, pero que es una forma activa de resistencia que ha impregnado la larga trayectoria de este artista jienense, ya que su pintura se basa en el paisaje, en la figura humana y en lo que diferencia esta tierra del resto de Europa, el flamenco, es una guía que estructura gran parte de sus cuadros ya que el flamenco es la pasión de José Olivares, siendo un gran entendido en la materia.

Tierras, óleo sobre madera.

La pintura de Olivares transmite el conocimiento heredado de la pintura tradicional y la remoza con la visión de la vanguardia que aprende observando autores coetáneos, porque hay una influencia clara de la vanguardia incluso desde el realismo naturalista, un realismo que procede de las bases del Romanticismo y el tratamiento de los paisajes como nos enseñó Caspar Friedrich y sus inquietantes paisajes desolados, o los paisajes de Turner, pintor muy influyente en la sensibilidad posromántica y visión crítica del realismo victoriano finisecular que decide hacer un apartado trabajo de la ciudad como contrapunto al positivismo cientificista arrogante de comienzos de siglo XX, ese siglo que nos regaló dos guerras mundiales e igualmente desastrosas.

Esa quietud de los paisajes, algo que puede verse en autores que trataron solo la abstracción más pura y los pintores que llegan desde el racionalismo mimético hasta la abstracción más auténtica mediante una purificación del dibujo y una estilización del tratamiento de los colores con la lección del cromatismo que se recoge en la primera revolución artística del siglo XX y que desembocaría en el expresionismo abstracto. Ese es el camino que sigue Olivares en su larga trayectoria, desde lo particular y concreto se adentra en lo abstracto y universal de sus obras finales donde los elementos de la tierra, lo natural y lo espacial invaden todo el espacio del cuadro, lo llena  de sentido, como un texto que va ocupando líneas y va explicando el proceso creativo desde unos parámetros artísticos que tienen a la elegancia y a la armonía como valores principales. Ahí quedan esos paisajes de la tierra andaluza construidos desde un subtexto abstracto que compone una visión racionalista del medio que nos rodea, o la observación de ese sol que supera los límites tradicionales del símbolo y deviene en el destino trágico que impregna a la tierra de sequedad y reciedumbre: el sino que bendice y castiga a un tiempo.

Tierras, óleo sobre madera.

En definitiva, José Olivares compone junto a otros muchos nombres de Jaén como Fausto Olivares, Miguel Viribay, Miguel Ayala, Gaspar Cortés, Carmelo Palomino, José Fernández Ríos, Santiago Ydáñez, un gran muestrario del buen hacer de la pintura jienense.

Texto: Joaquín Fabrellas

Imágenes: José Olivares Palacios

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Jaén, 1975. Estudios en Filología Inglesa. Licenciado Filología Hispánica. DEA sobre la poesía de Agustín Delgado. Libros publicados: Estertor en las piedras. 2003 Oficio de silencio. 2003 Animal de humo. 2005. La manzana poética. Córdoba No hay nada que huya. 2015. Piedra Papel Libros. Jaén. República del aire. 2015. Isla de Siltolá. Sevilla. Clara Incertidumbre. Camaleón del Ayre. 2017. Jaén. Metal. Editorial Maolí. 2017. Jaén. Colaborador en Buenos Aires Poetry, Vallejo and Company , Paraíso , La manzana poética y Piedras lunares. Sus trabajos de investigación también pueden verse en Academia. edu

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